Un desayuno que no olvidarás

El hotel tiene un ambiente acogedor y familiar. Los desayunos son realmente impresionantes, con una tortilla de patata casera que se derrite en la boca. Además, Sergio y Miguel brindan una atención personalizada que te hace sentir como en casa.

El acceso al hotel puede resultar complicado por las callecitas estrechas del casco antiguo. También, el horario de check-in a las 17:00 no es muy práctico para todos los viajeros.

restos arqueológicos visibles, ambientación medieval, ubicación en un barrio residencial

El GPS se confunde en las callecitas, el acceso puede ser complicado con escaleras. Mejorar la señalización en la zona sería ideal!!! También, el aparcamiento escaso puede ser un inconveniente para algunos.

El hotel está en un palacio increíblemente restaurado con un encanto especial. La atención uniforme de Sergio y Miguel les hace sentir como reyes. ¡Los desayunos son un festín, especialmente la tortilla de patatas!

Eso sí, no hay ascensor. ¡mi maleta y yo hicimos ejercicio de escaleras!

Una experiencia acogedora con sabor histórico

Mi estancia fue realmente agradable, destacando la atención maravillosa de Sergio y Miguel, quienes se preocuparon por cada detalle. El desayuno, con su delicioso sabor a tortilla de patata y quesada casera, fue una grata sorpresa. El hotel en sí, con su decoración medieval y los restos arqueológicos visibles bajo el suelo de cristal, hace que te sientas en un viaje en el tiempo. Sin embargo, el chequeo a las 17:00 puede ser un inconveniente para algunos.

Recomiendo para quienes buscan un lugar único

El desayuno es impresionante, especialmente la tortilla de patata de la señora Pilar, ¡es una delicia que simplemente no te puedes perder! También, la atención que tienen Ricardo y Sergio hace que te sientas como en casa, te explican un montón sobre la historia del lugar y te guían a los mejores restaurantes, eso sí es un gran detalle.

No fue barato, pero el precio estaba a un nivel aceptable.

El trato de Miguel y Sergio fue excepcional.

Wi-Fi decente, desayuno abundante, pero no hay ascensor y el acceso es complicado.

el desayuno era muy abundante y estaba lleno de cosas caseras. por otro lado, el acceso puede ser complicado por las callecitas estrechas.

el hotel está súper wapo, muy acogedor y tiene un rollo histórico increíble. el trato de sergio y miguel es de 10, siempre atentos y con buena onda. el desayuno es una delicia, con un montón de opciones. la habitación estaba muy bien decorada y comfy. además, la ubicación en el casco antiguo es ideal para explorar el lugar.

no hay ascensor y el acceso puede ser un poco complicado. además, solo hay pocos lugares para aparcar.

Me encantó la habitación, decorada con detalles únicos que le dan un aire auténtico. Además, la cama era muy cómoda y había un balcón ideal para relajarse al aire fresco. Los desayunos fueron deliciosos y abundantes, especialmente la tortilla de patatas, ¡una verdadera delicia! La atención de Sergio fue increiblemente acogedora. se nota que se preocupa por cada huésped y siempre está dispuesto a ofrecer consejos sobre qué hacer y ver en la zona.

El horario de check-in a las 17:00 horas podría ser un inconveniente.

Qué maravilla la comida local! No te puedes perder los mariscos frescos, son un espectáculo. Además, el desayuno es un verdadero festín, tortillitas de patata, quesada, todo casero y abundante. La decoración del hotel es única. parece que te transporta a otra época. Y el mejor trato que te puedas imaginar, ¡gracias, Sergio!

La verdad no hay mucho de qué quejarse, quizás que la iluminación en nuestra habitación era un poco tenue, pero eso no le quita el encanto al lugar.

La hospitalidad de Miguel y Sergio fue increíble. Desde el momento en que llegamos, nos hicieron sentir como en casa. Las habitaciones estaban muy bien decoradas, con un estilo medieval que realmente te transporta a otra época. La cama era cómoda y el baño tenía todo lo necesario. Desayunar en el comedor, que cuenta con restos arqueológicos visibles, fue una experiencia única. La tortilla de patata y la quesada estaban realmente deliciosas, y el servicio fue muy amable y atento en todo momento. Sin embargo, el acceso al hotel fue complicado debido a las callecitas estrechas. Además, el chequeo a las 17:00 puede ser un poco incómodo para algunos viajeros. En general, la estancia fue muy satisfactoria.

La habitación era cómoda y bastante espaciosa, con buena decoración. El baño estaba bien adaptado y tenía todas las comodidades. Se notaba que estaba bien cuidada, muy tranquilo. La verdad, se disfrutó mucho la estancia aquí.